Hace no mucho tiempo, en un colegio muy lejano, se organizó una excursión de una semana de duración para los alumnos de 5º y 6º de Primaria. ¡Irían de acampada a un bosque! Pero los estudiantes no sabían que ese bosque estaba lleno de animales peligrosísimos como leones, tigres, caimanes,… Para montarse en los autocares, los niños se encontraron en el parque, desde donde emprendieron ruta hacia el misterioso bosque. Iban cargados de cuadernos y folios porque debían escribir un diario con todo lo que les sucediera durante la semana.

            Entre ellos había una niña muy buena con todos, a la que llamaban Elisa. Pero no todos se comportaban tan bien como hacía ella; tan sólo sus amigas se portaban bien con ella. De ahí que su madre mostrara serias reservas a que su hija fuera de excursión; pero al final la convencieron entre todos y Elisa, muy contenta, pudo ir.

            Al llegar al bosque, bajo la lluvia, los niños se llevaron a Elisa al centro de la selva, sin nada que comer, y la dejaron completamente sola, engañándola y diciéndole que sus amigas también estaban allí. ¡Querían gastarle una broma! Por otra parte, sus amigas en seguida se percataron de que su amiga Elisa no estaba entre ellas, por lo que, en medio de la oscuridad de la noche, fueron a buscarla.

            La desdichada Elisa se creía que se encontraba sola, pero no era exactamente así: un chico que se había enamorado de ella estaba escondido entre unos árboles, observándola. Al verla sola, salió a su encuentro y le dijo que sentía mucho la broma de mal gusto que le habían gastado sus amigos. La acompañó hacia el campamento en un camino lleno de peligros… ¡Unos osos salieron a hacerles una visita! Afortunadamente, al verlos, los dos amigos se quedaron inmóviles y no les sucedió nada.

            Al llegar a las tiendas de campaña, las amigas de Elisa se lanzaron hacia ella para abrazarla y llenarla de besos. ¡La buena de Elisa había sido rescatada! Al cabo de un rato, el niño le pidió a Elisa si le gustaría ser su novia, a lo que ella, sin pensárselo dos veces, contestó que sí. En seguida todos los niños se hicieron amigos de Elisa y… colorín colorado…

 Autora: María Prieto Arroba. 1º ESO C.